Escándalo guarachero: lo que se juega con su edición recochera

La tercera edición de Escándalo se titula Recocha y la curva musical tendrá una carga importante de guaracha. Este año, el género logró un hype a nivel internacional que, en algún momento, fue totalmente impredecible. Los hitos del género son varios: un Boiler Room de Fumaratto por salir a principios de octubre, la aventura global de BClip que, al parecer, no logró llegar a la fecha, y un escenario colombiano en el Whole Festival, uno de los festivales queer de música electrónica más grandes del mundo.

El subtexto de la fiesta pone en cuestión el futuro de la guaracha. Los movimientos que se escalan a esa velocidad tienen el riesgo de quemarse. Quedan expuestos a un mainstream que tiene ciertas expectativas que no pueden cumplir y hacen que el movimiento se agote rápidamente. El tag de “recocha” puede funcionar para entender el horizonte del género.

En este blog doy una perspectiva sobre la guaracha, les cuento sobre mi ida a Berghain a ver a Batu y a Verraco, y planteo algunos retos que tiene la fiesta en su tercera edición.

La guaracha se tomó Berlín

El 4 de agosto estuve en el escenario curado por Isa GT (Puticlub) en el Whole Festival a 2 horas de Berlín. Nueve horas de una curva extensa alrededor del “Latin Club” que presentó figuras como Rosa Pistola, Piolinda Marcela, CRRDR, Aleroj 2AT y Lina Pary entre otros. La atmósfera del escenario, la música y la fiesta estuvieron por encima de los otros escenarios. Fue algo histórico.

En la noche, con varios escenarios evacuados y la lluvia, estuvimos en los camerinos escampando. Con 2AT le hicimos una conversa a Chippy Nonstop, quien nos contó chismes sobre la escena colombiana mientras nos mostraba el track de guaracha que estaba produciendo. En esas, Vagabunda, quien performa como Piolinda Marcela, se acercó y las presentamos. Mientras hablaban del proyecto, Chippy le dijo que le preocupaba que esos performances le quitaran espacios a la gente que hacía música seria. La conversa se disolvió rápidamente.

El encuentro, junto con el subtexto de la tercera edición de Escándalo, supone algunas preguntas: ¿la recocha es inferior a la música seria? ¿La guaracha está destinada a ser recocha? ¿La guaracha, al ser recochera, puede agotarse fácilmente?

Para mí es evidente que la guaracha tiene el riesgo de agotarse, pero no por su carácter recochero. El paradigma de seriedad hace parte de un orden simbólico en el que lo recochero no carga la misma aura que lo “serio”. En efecto, la guaracha es, entre otras cosas, una impresión de la identidad colombiana, por lo que cumple el objetivo del arte.

Sin embargo, la guaracha se puede agotar si no evoluciona. No me refiero a que evolucione hacia la seriedad, sino a seguir proyectando los motivos de la sociedad y no quedarse estancada en motivos agotados.

La uwuaracha, al partir de motivos del internet, es un movimiento que debe actualizarse constantemente. Un sample o un edit depende de trends que pasan rápidamente. Y está bien, un track puede tener una vida útil muy corta. Sin embargo, la subsistencia del movimiento depende de encontrar una estética que perdure.

Lo recochero no hace inferior a la guaracha, pero si la pone en riesgo. El riesgo de quedarse en el chiste y que deje de ser chistoso. Desarrollar la guaracha implica descifrarla, desarrollarla, innovar y construir un universo amplio en el que nunca deje de tener gracia. Hay esperanza en la cantidad y la calidad de producciones que se están haciendo en el continente alrededor del género.

Berghain en Mercurio retrógrado

Estuve un mes en Berlín sin encontrar techno. Una de las fiestas a las que fui fue Reef, la fiesta de Darwin en Berghain de Bass Music. En efecto, el primer track que escuché tenía una base de dembow. Batu, Verraco y Darwin tocaban en Berghain mientras una corte de drum n bass se encargaba de Panorama Bar. Frente al booth, un montón de colombianos ya se habían tomado el espacio, recreando, como suele hacerse, un Chapinero en Berlín.

Reef es una declaración. Un golpe a los límites del espectro techno-house que abre la puerta a miles de configuraciones que incluyen techno-house, pero que van mucho más allá. Escándalo extiende esa búsqueda. Ese golpe al tablero de lo digerible. Una curaduría que reta al público y que crea futuro en lugar de jugar a lo establecido.

Uno de los momentos random de mi viaje fue caer en cuenta del retrógrado. Me había encontrado con Jorge Ramírez, figura clave de la escena bogotana como host y persona. Mientras bailábamos drum n bass en Panorama Bar, le contaba cómo el techno se me estaba escondiendo, a lo que me recordó el Mercurio retrógrado. Dos segundos después del comentario, la DJ hace un backspin que nos deja quietos. El público grita, hay un éxtasis y una epifanía. Un momento en el que se detiene el tiempo y solo se puede agradecer. Sí, yo no tenía que ir a ver techno a Berlín. Tenía que ver lo que sigue. Por ahora, lo que sigue, el futuro de la fiesta es Escándalo.

Por eso, lo que se juega en esta edición de Escándalo es el futuro de la guaracha. Esta noche contiene las claves para su subsistencia o su agotamiento.

El reto de la tercera edición

Después de la segunda edición de Escándalo, una amiga que tiene un blog titulado “Nadie me preguntó” hizo un comentario en Twitter. Ángela ponía en cuestión la viabilidad de Verraco en Video Club y afirmaba que Verraco ya era un DJ de festival. La respuesta de Verraco decía, entre otras cosas, que el rave era intenso.

La apreciación de Ángela surgía de la incomodidad del espacio, en especial cuando tocó Ela Minus. Yo tuve que salirme y sé que mucha gente no la pasó muy bien, como suele ocurrir con algunas de las presentaciones de Verraco. Sin embargo, la afirmación era incorrecta. Escándalo y Verraco son de club. Fiestas de comunidades en torno a lugares que han significado su construcción cultural, creada en torno al lugar y DJ sets largos con todo lo que esto implica. Los festivales ocurren en unas lógicas diferentes.

Por otro lado, la respuesta de Verraco era, para mí, desubicada. Que los raves sean “intensos” implica que la gente que no puede soportar esa intensidad no sea bienvenida. Quizás en algún momento fue así. Hoy en día, los raves y los clubes tienen la responsabilidad de hacer espacios inclusivos para cuerpos y mentes divergentes. Por eso, los espacios de descanso, las comunicaciones en torno a la seguridad y la capacitación del personal son algo fundamental del equipo de producción de Escándalo.

De esa misma forma, también deberían ser esenciales las comunicaciones públicas sobre el manejo del aforo, el comunicado sobre la accesibilidad del espacio y la postura de la fiesta hacia la inclusión de personas con capacidades diversas.

Esta edición será un nuevo capítulo en la postura frente al tema. Tengo fe en el dream team que está detrás de la producción para que el ángulo no sea un rave intenso, sino uno inclusivo en el que la intensidad pueda elegirse.


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